Estamos habituados a una gastronomía basada en de grandes decoraciones, de montajes aparatosos, y con una nueva visión a través del gastrotraining nos entrenemos hacia un enfoque más lineal, minimista, que todo tenga coherencia, una línea muy marcada, modernista, por supuesto, y sobretodo muy visual. Lo aderezamos con una vajilla acorde a lo que queremos transmitir y dando absoluta importancia a lo que hay en el plato, haciéndolo protagonista en un entorno que no desentone, pero que a la vez también esté comunicando.
Asesoramiento en: