Zuriñe García recibe a RH360

Dcha. a izq.: Ziortza Esesumaga, Zuriñe García y Begoña Cerrato

Zuriñe García recibe a RH360

«Somos lo que hacemos día a día, de modo que la excelencia no es un acto sino un hábito» (Aristóteles). Esta frase define perfectamente cómo nos planteamos las entrevistas a los «grandes» de la cocina, queremos que sean un hábito, y una manera de conseguir la excelencia.

 
 Llegamos al Andra Mari de Galdakao recorriendo una escalera que nos permitía librar un desnivel para acercarnos a la puerta del restaurante. El portal de entrada nos ocultaba, como si de una sorpresa se tratara, una gran cristalera y una terraza espectacular, un auténtico balcón abierto a la naturaleza de la Bizkaia del interior.

 
 El recibimiento fue muy amable y nos alojaron en el txoko, antigua cocina del caserío. Zuriñe García, chef de Andra Mari y Premio Euskadi de Gastronomía al Mejor Restaurador en 2018, se presentó con esa delicadeza que la caracteriza, nos preparó un café y empezamos una charla muy agradable que se alargó casi 1 hora. Después, para cerrar este encuentro, y como buena anfitriona, nos enseñó la bodega, una despensa de excelente nivel.

 
 
 
 Pregunta.- ¿Un valor estratégico en su empresa?
Zuriñe García.- Ser tradicionales, estando al día. Mantenernos en una misma línea sin dar saltos exagerados. Firmeza y seguridad.

 
 P.- ¿Dónde siente que es sostenible?
Z.G.- En el producto. Siempre utilizamos producto nacional. Si hay de baja calidad, no se utiliza. Es necesario pagar un poco más, por algo mejor. Todo nuestro producto es de cercanía y ésta línea es muy valorada por el entorno. Recientemente, hemos recibido de Jantour el premio «Impulso al productor de cercanía. Cebolla Morada de Zalla».

 
 P.- ¿Su metodología particular es?
Z.G.- Organización, orden, respeto y comunicación. Hay momentos de mucha tensión en la cocina, hay que saberse disculpar y dar una explicación. A mi me gusta terminar con un abrazo.

 
 P.- ¿Lo que le gusta hacer con el equipo?
Z.G.- Motivarles, que vengan con ganas de trabajar y valorar el trabajo diario del personal. También les pido confianza y que me respeten, que ellos vean que yo puedo hacer mucho por ellos si me respetan, y lo hago desde el corazón.

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